Familias dan acogida y entrenan a perros guía
Van al gimnasio, al cine y de compras. La idea es que aprendan a socializar durante dos años antes de poder acompañar a los ciegos
Siempre que sale a la calle con Zara, una perra labrador marrón-chocolate, la escena se repite: primero, miran al perro, luego a la cara de ella. “A veces, hasta pisco el ojo y la gente se asusta”, bromea Inés Monteiro. La jurista, de 30 años, residente en Coimbra, ya está acostumbrada a la extrañeza de las personas. Razón: ella no es invisible, pero camina con un perro guía. Por lo tanto, puede entrar en todas partes con el animal, sin restricciones. Confundido? Nosotros explicamos: Inés Monteiro es familia de acogida de un perro de asistencia en entrenamiento.
En realidad, Zara no es suya, le fue entregada por la Asociación Beira Aguieira de Apoyo al Deficiente Visual, de Mortágua – la única escuela de perros guía para ciegos en el País. Hasta cumplen 1 año (lo que, en el caso de Zara ocurrió hace días), estos perros viven en casa de las familias de acogida, para aprender a socializar y las reglas básicas de higiene y buen comportamiento; en el segundo año de vida, entran en un régimen de colegio interno: van a la escuela en Mortágua durante la semana, para recibir entrenamiento específico, y regresan a casa el fin de semana. Sólo a los 24 meses se entregan a un invidente.
Fuente: https://abr.ai/2s32UsM